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Como llegar
desde Valencia
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Autovía de Madrid, salida Buñol, se circula durante un tramo por la vía de servicio,
hasta que se cruza la autovía por debajo, no es preciso pasar por Buñol, se coge
dirección Macastre, Yátova, antes de llegar a Macastre a la derecha dirección
Yátova. A la entrada del pueblo nos desviamos a la izquierda por un letrero que
indica “centro ciudad”, seguimos la calle hasta el final, para girar a la
derecha por una calle que va subiendo para arriba, con bastante cuesta, a buscar
el jardincito de Blasco Ibáñez, donde dejamos el coche. |
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Itinerario
Corresendas |
Desde el jardincito, que dejamos el coche, parte el PRV-115, para
iniciarlo, hay que volver para atrás unos metros dirección suroeste, pronto
veremos un camino de tierra que sale por la derecha, hay que cogerlo, donde ya
veremos marcas del PR, esta senda desemboca en una carreterilla asfaltada, la
seguimos durante un corto trayecto, al poco de cruzar el barranco en una curva,
hay que fijarse, pues el poste indicativo del PR está en el suelo, y parte a la
derecha una senda muy empinada, que sin dejarla nos lleva al collado de Motrotón
(498 metros).
A partir de este punto abandonamos el PRV, y cogemos a la izquierda un
antiguo camino, para un poco más adelante seguir por una senda a la izquierda,
que va subiendo poco a poco, y bordeando el Motrotón, la senda sigue por la
falda Sur del Motrotón, bien trazada, pero no marcada, hasta que llega un
momento que se va cerrando de aliagas y maleza. A veces da la sensación de que
vamos por senda, pero comida totalmente por el monte, hasta que terminamos monte
a través. Seguimos bordeando la montaña al mismo tiempo que subiendo, salvamos
un par de cornisas rocosas, y por fin nos topamos con una bonita senda, que sin
dejarla nos lleva al Vértice del Motrotón (612 metros), más que un pico parece una
meseta, se trata de un monte inconfundible, por su forma ovalada.
El regreso lo hicimos volviendo por la misma senda que habíamos encontrado al subir, creyendo
que seguiría la senda hasta abajo. Pues no fue así, otra vez las aliagas y
maleza se comen la senda, hasta que desaparece, bajamos monte a través, como
buenamente pudimos, escorándonos un poco a la derecha que se veía una pista,
cogimos la pista a la izquierda, pasando por unas casas, y nuevamente a la
izquierda por pista de cemento sin dejarla, hasta Yátova. |
